martes, 4 de diciembre de 2012

Capítulo 20.

El fin de semana en Roma fue fantástico. Paso rápido pero fue intenso. Hubo besos, abrazos y sonrisas. Cambiaron el 'nos vemos mañana' que se decían todas las tardes en el programa al 'te tengo ganas'. Dani no podía parar de hacer fotos a la felicidad de Anna, y Anna no podía evitar estar feliz. Y de esa forma, Dani también lo era.
Eran las 3 y media de la mañana, y se encontraban dentro del avión, esperando a que esté despegara. Anna volvió a dormirse sobre el hombro de Dani, y este solo sabía mirarla, como había hecho la anterior vez, lo que pasa que ya no tenía ninguna duda en que eso no era un simple 'no sé que', si no que era, y aun que le costará admitirlo, amor. 'Amor en mayúsculas' pensaba Dani.
-Venga dormilona, que ya estamos aquí -dijo Dani rozando la mejilla de esta.
- Déjame 5 minutos más por favor.
- Yo te dejo, pero en el coche, venga cariño.
- ¿Cariño? Dani, te estas amariconando -dijo Anna en una carcajada.

Dani negó con la cabeza, y la dio un beso en la frente. Salieron del avión, y Dani paso el brazo por encima del hombro de Anna. Esta le miró extrañada, y se aparto con velocidad.
- Dani, estamos en España, esto no es Roma -dijo Anna.
- Lo sé.
- Dani ...
- Anna, ¿cómo quieres que después del fin de semana que he pasado contigo, cambie?
- Hazlo y ya está - y después sonrió.

Llegaron al coche, y mientras Anna se sentaba en el asiento del copiloto, Dani colocaba las maletas. Anna apoyó la cabeza en el respaldo y cerró los ojos. Había sido un fin de semana muy intenso, lleno de emociones, y sobre todo de una felicidad extrema. Tanta felicidad, que no había podido dormir, viendo como Dani se dormía en la misma cama que ella, sin ningún pudor.
Dani fue hasta casa de Anna, y aparcó casi en frente de su portal. Miró para su lado, y vio que ella estaba con los ojos cerrados. Sin evitarlo, sonrió.
- Anna, ya estamos aquí, venga que te ayudo con la maleta.
- ¿Y tú que vas a hacer? -dijo Anna aun con los ojos cerrados.
- Subo, te acuesto en la camita, porque no creo que llegues a ella, y me voy a casa -Anna negó con la cabeza- ¿no? Y, ¿qué hago? Me quedo en la calle.
- Sabes lo que puedes hacer -Anna giró la cabeza, abriendo los ojos.
- Me estas mal acostumbrando.
- ¿No quieres?
- Sabes que me encanta dormir contigo, pero te repito, que me estas mal acostumbrando.
- ¿Tiene eso algo de malo?
- Pues ... -dudó un momento antes de contestar, y después, con una sonrisa dijo- tiene cosas geniales. Me encanta malacostumbrarme a ti.

Anna le beso con ganas. La cabeza resonó en su cabeza; 'me encanta malacostumbrarme a ti'. Nadie nunca pensó que la palabra 'malacostumbrar' quedaría tan bien en una frase. Había una cosa que tenía clara; le quería. Y le quería a rabiar, de una manera que quizás nunca hubiera querido a nadie.
Dani ayudó a Anna a subir la maleta, y tras cambiarse, llegaron a la cama de Anna, y durmieron juntos, abrazados, como dos enamorados.

                                                                              ***

Habían pasado unos 5 meses de aquel viaje. Cada vez la relación de Anna y Dani era más clara tanto dentro como fuera del programa. Incluso habían salido en una revista del corazón, diciendo que eran la nueva pareja de moda, lo que a Anna le hizo reír y a Dani le cabreó más.
Y las cosas entre ellos cada vez iban a mejor. Habían aclarado ya que eran una pareja, pero que lo llevarían en secreto por no salir en las revistas del corazón. Iban en serio. Tan en serio que Anna ya había hablado un par de veces con la madre de Dani, y la había invitado a León a hacer una comilona en familia. Y bueno, la madre de Anna, lo sabía, pero seguía insistiendo en que el 'pelopincho ese' como ella le llamaba, no estaba a la altura de Miki.
Después del programa, Anna y Dani fueron a la casa de este último; hoy, tocaba allí.
- Te voy a hacer una cena, que ... vas a querer casarte conmigo -bromeó Dani.
- ¿Y quien te ha dicho que no quiera? -siguió la broma, sabiendo que este tema le incómodaba.
- No nos podemos casar, Anna -dijo poniéndose serio.
- Ah, ¿no? ¿y eso por qué?
- Por que yo ya estoy casado.
- ¿Eh? -Anna se quedo extrañada - A ver que tontería me dices.
- Estoy casado con Paquita, la ex-solterona de mi pueblo, mira -saco su móvil, y le enseño una de esas fotos que salen en google, de una mujer bastante fea.
- Mira que eres tonto.
- Lo que te gusta repetirmelo, eh.
- Ay, mi tontaco.
- Eso me gusta más -dijo acercándose a ella, abrazándole por la cadera, y dándole un ligero beso en los labios.

La cena paso entre alguna que otra broma más, algunos besos, y mucho cariño. Anna fue al baño un momento, y en ese momento Dani vio la oportunidad perfecta para darle la sorpresa que le tenía preparada.
Corrió al armarito que tenía en la entrada y de allí sacó una caja envuelta.
-Anna, cuando salgas, vete al salón, que voy a coger unas cosas en la habitación -dijo Dani.
- Vale.

Anna salió del baño y se dirigió al salón, como él le había indicado. Allí, encima de la mesa, vio una caja envuelta. Sonrió negando con la cabeza; era increíble. Se sentó en el sofá y cogió la caja, observándola, con cuidado de no moverla mucho por si tenía algo delicado dentro.
- ¿No lo vas a abrir? -dijo Dani en el oído de Anna.
- Eres idiota -dijo Anna, girándose y dandóle un beso rápido en los labios - ¿qué es todo esto?
- Ábrelo.

Anna desenvolvió el paquete, y abrió la tapa de la caja. Allí dentro se encontraba un cepillo de dientes, un peine, unos calcetines y un pijama. Anna alzó la vista, frunciendo el entrecejo. Dani, por su lado sonreía.
- ¿Estás insinuando que no me cambio o algo? - Dani negó con la cabeza, aun sonriendo - ¿entonces, que significa todo esto?
- ¿No pillas la indirecta?
- ¿Qué indirecta, Dani?
- Quiero que te vengas a vivir conmigo.

Anna se quedo paralizada durante unos segundos. Después, soltó la caja y saltó a los brazos de Dani, que se encontraba por detrás del sofá, y le beso con fuerza, con lagrimas en los ojos. Dani la cogió, sonriendo.
- ¿Eso es un sí? -dijo Dani, mirandola.
- Un sí, a secas no, es un SÍ, con mayusculas -volvió a besarle- Dani ... te quiero.
- Y yo a ti, cariño, y yo a ti.


viernes, 27 de julio de 2012

Capítulo 19.

Dani esperaba apoyado fuera del coche a que Anna bajara de su casa. 5 minutos después, Anna bajo con una maleta roja gigante, a lo que Dani, con los ojos muy abiertos, no pudo evitar echarse a reír. Anna negó con la cabeza.
- Deja de reírte y ayúdame, que esto pesa una barbaridad
- Anda trae. ¿Qué te piensas? Que vamos a ir dos días, no dos años ... ¡Loca!
- Callate

Dani metió la maleta en el coche, y entraron dentro del coche; él conducía. Subió un poco el volumen de la radio, y dejo terminar la canción. Un segundo de silencio y comenzó a sonar otra; Despistaos - En el hotel de tu pecho. Dani miró a Anna, y sonrió. Anna arrugó el entrecejo y le miró. Dani comenzó a cantar la canción y Anna escucho la letra.
- Es bonita -dijo Anna cuando terminó
- ¿Eh? Ah si, son geniales.
- Y cantas hasta bien.
- Que tonta -rió con desgana.

El resto del viaje lo hicieron en silencio. Dani estaba extrañamente raro, y es que no dejaba de darle vueltas a la conversación que había tenido con Cristina. No entendía que pretendía: ¿Quería volver con él después de todo lo que había pasado? ¿Y por qué estaba tan obsesionada con Anna? Una cosa estaba clara, y es que él no quería volver con Cristina. Cuando estaban juntos las cosas iban bien, pero había muchos detalles de ella que no le gustaban.
No era nada agradecida, la llevo a Disney y lo único que consiguió es que estuviera todo el viaje de morros, por no poder haber visto todo, o por no haberle comprado algo o por cualquier tontería. Y eso no era lo único, tenía muchos rebotes que él no entendía.
'¿Pero que haces pensando en Cristina?' Pensó Dani 'Tienes a una mujer estupenda a tu lado en el coche, con la que vas a pasar un fin de semana entero, en Roma, una ciudad que a ti te gusta, y te pones a pensar en lo que paso y no paso con Cris. Eso ya paso, Dani joder, disfruta del momento'
Anna, por su lado, lo único que hacía era intentar averiguar que pasaba por la cabeza de Dani, y no sin ir muy desencaminada, solo pensaba en la conversación que había tenido hoy con Cristina, la cual no le había terminado de contar. No entendía muy bien la obsesión que había tenido Cris en que ella y Dani estaban juntos. En realidad, no lo estaban, simplemente eran dos personas adultas, que se lo pasan bien juntos, ninguno de los dos había dicho nada de comenzar una relación.
Por fin, llegaron al aeropuerto. Dani miró a Anna, y sonrió.
- ¿No estas contento por venir? -preguntó Anna.
- ¿Qué?
- Si no te apetece venir, podemos cambiar los billetes, tú vas a León y yo voy a Mollet, no hace falta que nos vayamos juntos a Roma.
- ¿Por qué dices eso?
- Es que te veo muy pensativo, y has estado callado todo el viaje, no has hecho ni una broma, ni has dicho nada. No sé, solo que veo que quizás la conversación que has tenido con Cris te ha afectado más de lo que pensabas, y te has replanteado viajar conmigo.
- Anna -le cogió la cara con dulzura- deja de decir tonterías. Nunca me había planteado este viaje, pero cuando el otro día, se me ocurrió, es en lo único que pienso. Es lo único de lo que tengo ganas. Vale, no te voy a negar que he estado pensando en la conversación con Cris, pero ya esta, se acabo, aquí empieza el mejor fin de semana.

Anna y Dani hicieron el amago de besarse, pero antes de hacerlo se lo pensaron un par de veces. Miraron a un lado y vieron que había más de una persona mirando el coche, puesto que les habían reconocido. Salieron de él, y tras 45 minutos, habían logrado meterse en el avión dirección Roma, sin que ningún fotógrafo o fan hubiera hecho fotos.
Una vez sentados, a Anna le sobraron minutos para quedarse totalmente dormida, apoyando la cabeza en el hombro de Dani, que en cuanto lo notó, su sonrisa salió casi sin quererlo. Tuvo todo el viaje para pensar en lo que sentía por Anna, y no lo tenía nada claro, solamente que lo que sentía por ella era demasiado fuerte, y muy diferente a la amistad. Lo único que sabía, es que no quería perder ese 'no sé que' que tenía en el estomago.
Acababan de aterrizar en Roma, y Dani con cuidado y con un beso en la mejilla, despertó a Anna de su sueño. Cogieron un taxi que les dejo en el hotel. Anna no podía evitar mirar la maravillosa ciudad, mientras que Dani no podía evitar, mirar la cara que tenía Anna.
- ¿Es la primera vez que vienes? -preguntó Dani.
- Si, ¿tú ya habías venido?
- Si, vine de viaje de fin de curso, con una novia que tuve y con mis padres.
- ¿Enserio? Si yo casi no he salido de Mollet -rió Anna.
- La primera vez es la mejore, bella -dijo el taxista que les llevaba. Anna sonrió - y más con un piccolo bellisimo como él
- Hablar un perfecto italiano -rió Dani.
- Si lo que pasa que él no es 'bellisimo' - el taxista y Anna rieron.
- Ya estamos -dijo el taxista - disfrutar di la experiencia.
- Gracias -dijeron al unísono.

Cogieron las maletas y entraron dentro del hotel. El recepcionista solo hablaba italiano, y el único que se pudo comunicar con él era Dani, que sabía algo del idioma. Anna intento introducirse en la conversación con algo de inglés, pero el viejo recepcionista negó con la cabeza. Les dio las llaves de la habitación y se despidieron.
- ¿Donde aprendiste a hablar italiano?
- En la escuela de idiomas.
- ¿Enserio?
- Tú no sabes lo que ligas sabiendo hablar italiano -rió Dani.
- Y lo harías por eso.
- Hombre, claro - Dani abrazó a Anna, y la dio un beso en la cabeza.

Fueron hacia la habitación y Anna no podía dejar de sorprenderse. Quizás fuera una de las mejores habitaciones que había en el hotel: había como un pequeño salón, con un sofá y una televisión. El baño, era increíblemente grande, con ducha y una bañera de hidromasajes. Y la habitación, era especialmente romántica. La cama, redonda, estaba hecha con una funda roja, que daba un toque erótico. 'Dani sabe organizarlo todo' pensó Anna parada en mitad de la habitación.
Dani llegó sigiloso por detrás y la abrazó por la espalda, comenzándola a dar besos por el cuello, y Anna, casi sin quererlo, se estremecía.
- ¿Te gusta? -preguntó Dani, girándola dejando su cara frente a la de él.
- ¿El qué? -se sonrojó Anna.
- La habitación.
- Esto no es una habitación, es una casa.
- No te pases.
- Es una de las mejores habitaciones del hotel, estoy segura.
- No, es de las normales, si quieres luego le pido ver una de las mejores.
- ¡No! Quiero ver Roma.
- Ah, ¿No te vas a quedar todo el día en la habitación?
- No -rió Anna- eso será por la noche, ahora vamos.
- Buenas noches, ¿qué tal? Bienvenido al hotel de mi pecho, donde sólo se hospeda la gente que me paga bien -comenzó a cantarle Dani en el oído a Anna- Hoy podrás abonarme la entrada a base de besos...

Anna sonrió y dio un ligero beso en los labios a Dani, y cogiéndole de la mano, salieron de la habitación y después salieron del hotel, sin soltarse, es más, Dani paso su brazo por encima de Anna y la dio un beso, delante de la gente, en mitad de la calle, casi sin importarle la gente que hubiera alrededor.


lunes, 23 de julio de 2012

Capítulo 18.

Anna se estiraba perezosa en la cama de Dani. Al mirar a un lado, vio que Dani no se encontraba allí, pero en su sitio se encontraba una nota.
'Buenos días Saimon. He bajado a comprar un par de dulces, y espero no tardar, aún así, quiero que te levantes y vayas a la cocina, allí tienes otra sorpresa.
Dani'


'¿Empezamos ya así?' Pensó Anna. Con una sonrisa de oreja a oreja, Anna se levanto, se colocó el corto pijama y salió de la habitación. Bajo las escaleras, puesto que Dani vivía en un piso de doble altura, y rápidamente entró en la cocina. Allí, encima de la encimera había una bandeja con dos vasos de café, y otra nota.
'¿Recuerdas esa conversación que tuvimos? Tu fin de semana de tranquilidad no va a poder ser este. ¿Quieres la razón? Todavía no, no seas curiosa. Ve al salón, y quizás allí encuentres algo que te de una pista.
Pd: que no se te olvide llevar la bandeja, tenemos que desayunar.
Dani'


'Esta juguetón hoy el niño, bien, pues juguemos' Anna miró la hora: las 9h30 de la mañana, todavía era pronto para preocuparse, así que cogiendo la bandeja, con cuidado y rapidez, se dirigió al salón. Dejo la bandeja en la mesa grande, pero en una mesa pequeña, la que estaba rodeada de dos sofás, había una nota y debajo un paquete envuelto.
'Ábrelo' 


Anna no podía soportar más la curiosidad, ¿qué le estaba preparando este chico? Abrió el paquete, y vio que era un libro de viajes, en el que el título ponía 'Roma'. Pegado al libro, otra nota.
' Asómate a la ventana'


Anna corrió a subir la persina y a asomarse a la ventana, totalmente intrigada, aun que ya se hacia una ligera sospecha de lo que estaba ocurriendo. Al asomarse, un cansado y despeinado Dani la esperaba con una bandera de Italia atada a la cintura, y unos papeles en la mano.
- Buongiorno, principessa -dijo Dani.
- ¿Qué haces? Estas loco -rió Anna.
- Ahora te explico, vete hilando cabos -sonrió mientras se dirigía a su casa.

'¿A Roma? ¿Con él? Esto no es posible' Anna se encontraba en una nube, no sabía si lo que estaba pasando era real o no, pero así era. Se sentó en el sofá, y un segundo después, Dani paso por la puerta.
- Buenos días cuqui, ¿qué tal estas?
- ¿Quieres explicarme todo esto? -Dani le ofreció los papeles que tenía en la mano. Anna los miró sorprendida- ¿Billetes a Roma?
- ¿Te gusta? Nuestro primer viaje juntos -Dani le dio un suave beso en los labios.
- Me encanta Dani -le abrazo- ¿Por qué te has molestado?
- No es molestia. Quiero pasear contigo de la mano, por una ciudad sin que nadie nos mire porque nos conozcan. ¿Aceptas?
- ¿Que si acepto? Claro que acepto tonto.

Los dos desayunaron con tranquilidad, se dieron una ducha mañanera, juntos, para ahorrar agua, y se dirigieron al plato, cada uno por su lado, como cada mañana desde que estaban juntos.
Al llegar Dani, saludo a todo el mundo, y se dirigió con el guión a su camerino, dispuesto a darle un buen repaso, pero al llegar allí, vio que el camerino no estaba solo, que dentro una joven castaña con flequillo, le esperaba sentado.
- ¿Qué haces aquí? -dijo Dani con seriedad.
- Quiero hablar contigo-dijo Cristina.
- Ya te dije en su momento que no quería hablar contigo, pero bueno, ayer hable con una persona y me hizo pensarlo mejor.
- Sé que es Anna. ¿Estas con ella, verdad?
- ¿Vas a empezar otra vez así? Porque te echo de aquí ya mismo, te lo juro.
- No, es normal. Nunca me había molestado a hablar con Anna, y es una chica muy maja, encantadora, y encima es muy guapa, es normal que te guste. Lo que no entiendo es que como después de estar conmigo, y nada más terminar, ya has empezado con ella.
- Primero, ¿me has visto con ella? Segundo, si estoy o no con ella, no te importa. Además, no soy yo la que puso los cuernos.
- Necesitaba desahogo, tú eras mucho para mi, pero sabes que siempre te he querido y que te quiero.
- Cris, no es tan fácil.
- Si es fácil Dani, vuelve conmigo y te prometo que te demostraré que te quiero, y que puedo con todo lo que la última vez no pude.
- Cris, ya te di una oportunidad, y la desaprovechaste, además que no quiero.
- Es por que estas con ella -dijo subiendo el tono de voz.
- No, no estoy con ella, y no grites.
- Quiero que vuelvas conmigo, por favor.
- No, de verdad que no Cris, y por favor, si vas a seguir así mucho tiempo, por favor, vete del camerino.
- Siento todo lo que hice, el daño que te pude hacer, y espero que algún día puedas perdonarme.
- Cris, no te guardo rencor y claro que te perdono.
- Te juro que algún día podré alegrarme de lo tuyo con Anna. Ahora por favor, podrías abrazarme...
- Claro -sonrió Dani.

Tras ese abrazo Cris se marcho con una medía sonrisa, quizás lo único que había conseguido era que le perdonara, y bueno, además se había llevado un abrazo.
Anna no tardo en llegar, y fue al camerino de Dani para revisar un par de cosas del guión, y asi hablar un poco del viaje. Dani aprovecho la situación para contarle lo que había ocurrido con Cris.
Al tiempo, un golpe interrumpió la conversación de los dos.
- ¿Quién? -preguntó Dani.
- Soy yo -dijo la voz de Flo asomando la cabeza por la puerta.
- Hola papi -sonrió Anna.
- Anda, si esta aquí la pequeña. ¿Qué hacéis?
- Estamos repasando el guión -dijo Dani.
- ¿Juntos?
- Si, es que estoy aburrida en mi camerino -dijo Anna.
- Vaya, vaya -dijo Flo sentandose entre medias de los dos - ¿Qué os traéis entre manos?
- Nada -dijeron al unísono.
- Chicos, yo también he tenido 30 años, y sé de que va este rollo. Me alegro por vosotros, enserio, me gusta la pareja que hacéis, y además, me gusta la discreción que estáis teniendo, además, así Cris no sufrirá tanto, aun que yo creo que ella también se lo huele.
- Pero que tonterías dices Flo -dijo Anna, intentando ocultarlo.
- Anna, a Flo no se le puede esconder nada -rió Dani.
- Tranquila rubia, yo seré discreto y no diré nada -Flo y Dani rieron al ver los coloretes que se le habían puesto a Anna- venga, cambio de tema, ¿os vais este finde?
- Si -dijo Anna- a Mollet.
- A Roma - la corrigió Dani.
- ¿Enserio? Yo también hice eso una vez, como ella era periodista también la reconocían por la calle, entonces buscamos otro pais donde no nos reconocieran. ¿Y qué hay más romántico que Roma? Pues allá fuimos.
- ¿Con quién fuiste Flo? -pregunto Anna curiosa.
- No seas cotilla -rió Flo levantandose- y no tardéis, que empezamos en nada.
- Venga, nos has dejado con curiosidad -dijo Dani.
- Es un secreto -rió Flo yéndose.

El programa fue perfecto. Y después, y sintiéndolo mucho, pararon solo 5 minutos para hablar con sus fans, pues tenían que ir todavia a por la maleta. Dani iría a recoger a Anna, e irían en su coche.
Solo faltaba 1 hora para que estuvieran en el aeropuerto, esperando al avión que les llevaría a uno de los mejores fines de semana.




martes, 17 de julio de 2012

Capítulo 17.

Anna se encontraba en el camerino, sentada en su sofá leyendo el guión. O haciendo que lo leía, pues todavía le temblaban las piernas al recordar lo que había ocurrido aquella mañana.
De repente, un pequeño golpe en la puerta sacó a Anna de su ensoñamiento.
- ¿Quién es?
- Anna, ¿estas visible? -preguntaron detrás de la puerta.
- Si Flo, pasa -rió Anna.
- ¿No vienes a comer? -dijo pasando la cabeza por la puerta.
- No tengo hambre
- Venga -dijo Flo pasando- hace 2 días que no te veo por el comedor.
- Ya, es que tengo cerrado el estomago, y hoy más.
- ¿Y eso?
- No sé, me he levantado rara.
- Venga -dijo cogiéndola de los brazos- vamos a comer.
- Flo -rió Anna- no quiero.
- Vamos.
- Venga, voy a comer algo

Anna dejó el guión encima del sofá, y siendo abrazada por Flo, los dos salieron del camerino cerrando la puerta. Cuando iban para el comedor, se cruzaron con Cristina, que estaba apoyada en la pared, mirando el móvil.
- Ey, Cris ¿qué tal? ¿Vienes a comer? -dijo Flo.
- ¿Eh? -Cris levanto la cabeza del móvil, pues no sabía muy bien quien hablaba con ella- Ah, no, no hace falta. Voy luego.
- Venga Cris -animó Anna- vente y comemos los tres juntos.
- No querrás que te lleve cogida, ¿verdad? -bromeó Flo.
- Sabes que lo hace -le siguió Anna.
- Venga vale, no tengo mucha hambre, pero haré el esfuerzo.
- ¿Qué os pasa a las chicas del programa, que no tenéis apetetito? Me lo habré llevado yo todo -los tres rieron.
- ¿Te han arreglado ya el coche, Cris? -preguntó Anna mientras caminaban hacia el comedor.
- Si, menos mal, tenía a todos locos en mi casa, y la verdad, nunca he sabido llevarme bien con los horarios de los autobuses -rió Cris.

Llegaron al comedor y se sentaron a comer los tres juntos. La sala estaba medio vacía, pues eran nada más que la 1h30 y normalmente la gente empezaba a llegar a partir de las 2h. Eso les dio libertad de poder hablar sin gritar mucho, puesto que cuando había mucha gente el revuelo que se armaba era increíble.
Flo miró el reloj, y se llevo las manos a la cabeza. La hora que era, y todavía no se había mirado el guión. Comió rápidamente, y dando un beso a cada una, las dejo solas.
- ¿Qué tal te va todo, Cris?
- Bueno, más o menos bien.
- Me alegro.
- Oye Anna -dijo Cris, un poco avergonzada.
- Dime.
- ¿Te acuerdas que me dijiste que contará contigo?
- Claro que me acuerdo. ¿Necesitas algo?
- Hablar con él -las dos se quedaron en silencio un instante, pero Cris retomó la conversación- le echo mucho de menos. No quiero volver con él ni nada, pero necesito aclarar las cosas, pedirle perdón, y volver a ser como antes.
- Volver como antes, significa volver ¿no?
- Es lo que quiero, sinceramente, pero tranquila, sé que él no va a querer. Además, yo ahora estoy con Cristian genial. Pero necesito hablar con él, ¿entiendes?
- ¿Y qué puedo hacer yo ahí?
- Tú te llevas genial con él. Le podrías amasar el terreno, decirle que estaría bien que hablará conmigo, para aclarar la situación, que ves el ambiente algo tenso... ¿sabes?
- Entiendo, pero no le gusta mucho hablar del tema.
- Bueno, pero contigo lo hablará
- Haré lo que pueda.
- Confió en ti.

Las dos se levantaron, y se fueron hacía sus camerinos. El camerino de Cris, estaba más atrás que el de Anna, así que cuando Cris se metió al suyo, esta se puso a pensar. ¿Y ahora que hacia ella? No le apetecía nada que Cris hablara con Dani. ¿Ahora? ¿A cuento de qué? ¿Y si le convencía y volvía con ella? No podría soportar que Dani se separará de ella otra vez.
Pero por otro lado, si no le decía nada, se sentiría fatal. Parecería una tontería, pero ella era así. Así que, aun que le molestará o le doliera, tenía que decirle a Dani lo que hablara con Cris.
Entre los pensamientos de Anna se metió el sonido de su teléfono. Lo sacó del bolsillo, y vio que era una llamada oculta.
- ¿Si?
- Anna, soy Miki.
- ¿Otra vez? ¿Qué quieres ahora?
- Lo siento. Lo siento mucho. He pensado en lo que me ha dicho Dani. Tiene razón, soy un idiota. Quería volver a tener algo contigo, y lo único que he hecho es que te separes más de mi. Sé que lo nuestro no va a funcionar, y la verdad, me alegro. Te mereces algo mucho mejor que yo. Alguien que te defienda como te ha defendido Dani, que se atreva a partirse la cara por ti. Aun qué -soltó una carcajada- hemos armado una buena escenita ¿eh? No, enserio, no es para reirse. Se me fue la cabeza, y lo sé y lo siento. ¿Podrás perdonarme?
- Miki, el día de hoy es el más raro de toda mi vida, y acaba de empezar, puedo jurartelo.
- ¿Eso es un sí?
- Si, pero no quiero quedar contigo.
- Tranquila -rió- no te voy a pedir quedar otra vez, hasta dentro de un tiempo, y con Dani a tu lado.
- Por favor, no lo comentes.
- ¿No lo saben?
- ¿Puedo confiar en ti?
- Puedes.
- Gracias. ¿Qué tal te ha ido la audición?
- Estoy esperando todavia, ahora entraré.
- Suerte.
- Gracias. Bueno, te dejo, que tendrás que leer el guión y eso.
- Si la verdad es que si -sonrió- un beso.

Anna colgó soltando una carcajada. ¿Qué le pasaba a la gente hoy? Estaba loca. ¿Qué sería lo siguiente? Antes de que pudiera volver a relajarse en su sofá, Anna vio que dentro de su camerino, y ocupando ese sitio tan cómodo se encontraba un pelopincho, con una sonrisa perfecta, que hacía que todo lo raro, lo malo y lo diferente del día se volviera perfecto. Anna cerró la puerta del camerino.

- ¿Sabes? Miki me acaba de llamar.
- ¿Y qué te ha dicho?
- Que lo sentía. Que había reflexionado lo que tú le habías dicho y que tenías toda la razón, y que se alegraba de lo nuestro.
- ¿Ah si? ¿Mejor no?
- Si, pero le he pedido discreción.
- ¿Con qué?
- Con ... -Anna casi se atraganto al decirlo- lo nuestro -Dani sonrió, y la dio un ligero y rápido beso en los labios - Por cierto, quería hablar contigo.
- ¿Más sorpresas?
- Tranquilo -Anna se sentó a su lado.
- Dime, ¿qué ocurre?
- Después de lo ocurrido con Cris, ¿has hablado con ella?
- No -este tema inquietaba mucho a Dani.
- ¿Y no vas a hablar con ella?
- No quiero, le di una oportunidad y se quedo callada.
- Pero Dani, era la situación.
- Anna, era el momento.
- Comprendela, tiene 23 años.
- Anna, yo también he tenido 23 años, y solo he puesto 2 veces los cuernos en mi vida, y las dos iba muy borracho.
- No me refiero a eso, que al tener 23 años, no reacciona como tú querías que reaccionase.
- No tiene excusa.
- ¿Y si ella va a hablar contigo?
- Quizás la escuche.
- Y ... ¿si quisiera volver?
- Nunca. Y menos si te tengo a ti esperándome. -Sin quererlo, en la cara de Anna salió una sonrisa. -¿por qué todo este interrogatorio?
- Por nada.
- Ya, seguro. ¿Qué te traes con Cris? Bah, mejor ni contestes. Prefiero no saberlo.
- Mejor -sonrió.
- Por cierto, mañana ya es viernes. ¿Vas a ir a Mollet?
- No, este finde me quedaré aquí, durmiendo toooooodo el día, ¿por qué?
- Me da a mi que no.
- ¿Cómo?
- Ya lo entenderás mañana.

Dani cogió el guión, y comenzó a repasarlo. Anna, no quiso darle más vueltas al tema, quizás porque ni siquiera sabía de que se trataba, y porque en esta locura de día todo le parecía extraño.
El resto del día fue extraordinario. El programa había tenido una audiencia estupenda. Por la tarde, Anna aprovecho y se fue con Mónica y Meri de compras. Dani se dedico a ordenar su casa. Cristina estuvo toda la tarde en los brazo de Cristian. Raúl disfrutaba de un día de grabación en el retiro. Flo, descansaba con su familia. Y el resto del equipo, llevaba su vida como cualquier día.
Por la noche, después de que Anna llegará reventada de todo el día fuera de casa, sonó el timbre. No le había dado tiempo casi ni a descalzarse.
- ¿Si?
- Perdone señorita, su coche impide la salida del mio -dijo la voz de un extraño- me han dicho que es su coche. ¿Podría bajar?
- Claro, espere un minuto.

Al bajar, vio que ese extraño no era nada más que Dani haciendo uso de su don con las voces. La obligo a subir a por sus cosas, hoy la tocaba a ella dormir con él.
Tanto el uno como el otro, se estaban mal acostumbrado a dormirse viendo la cara del otro. ¿Pero que problema había? Los dos estaban a gusto, no había ningún problema.




domingo, 15 de julio de 2012

Capítulo 16.

9h15 de la mañana. El teléfono de Anna comenzó a sonar, despertando a las dos personas que se encontraban en la cama. Anna limpiándose las legañas, se incorporó cogiendo el teléfono, mientras que Dani se daba la media vuelta y se quedaba otra vez dormido. Era el teléfono de Miki. Anna descolgó.
- ¿Si?
- Anna -dijo Miki con tono serio- acabo de llegar al aeropuerto.
- ¿Se ha retrasado el vuelo?
- Claro.
- ¿Eso que significa?
- Nada, llegaré a la misma hora.
- ¿Entonces?
- Te llamo para avisarte de que llegaré puntual, y que cuando este llegando al bar, te daré un toque para que bajes.
- ¿Qué haces Anna? -dijo Daniel, con la voz un poco ronca.
- ¿Con quién estas? - preguntó Miki, poniéndose un poco a la defensiva.
- No te importa.
- Si me importa, Anna.
- Cuando llegues llamas ¿Vale? Pues ya esta, nos vemos luego.

Anna colgó el teléfono. Miró a Dani, y vio que al girarse se había vuelto a quedar dormido. Era tan mono así. Hizo un gesto medio dormido, y Anna rió en silencio, para no despertarle. Miró el reloj y decidió que era un buen momento para meterse en la ducha. Le dió un leve beso, y salió de la cama.
Con todo el cuidado del mundo, cogió la ropa y se metió en el daño. Casi una hora después, sobre las 10h25, Anna salió del baño, duchada, peinada, maquillada y vestida. Paso por delante de Dani, y vio que seguía dormido, y que no tenía mucha intención de levantarse.
Fue a la cocina, y cogió un papel:
'Buenos días dormilón. No tardaré mucho en llegar, desayuna y dúchate si quieres. Abre la persiana de la habitación cuando te despiertes. Un abrazo con pechotes.
Anna'


El móvil de Anna dio un toque. Miró y era el teléfono de Miki. Dejo la nota en la mesilla de Dani, y salió cogiendo las llaves de casa. Bajo intentando poner la mejor cara que podía, pero lo que de verdad le apetecía era quedarse acurrucada en las mantas, desnuda, abrazada al cuerpo de Dani.
A lo lejos, lo vio. Miki no había cambiado nada. La verdad que era un chico muy mono, y si no fuera por como es, las cosas hubieran sido muy diferentes. Cuando llegaron a la misma altura, los dos se sonrieron.
- Que bien te veo -dijo Anna dándole dos besos.
- Lo mismo te digo.
- ¿Nos sentamos en la terraza? Aquí corre algo de aire.
- Como quieras -Los dos se sentaron. El camarero se acercó y les tomó nota. Pocos minutos después, su desayuno ya estaba en la mesa.
- ¿Y bien Anna, qué es de tu vida?
- Me va todo muy bien, el programa genial, mi vida va viento en pop..
- Ya lo he oído -dijo antes de que pudiera terminar la frase.
- ¿Cómo dices?
- Si, que ya lo he podido oír.
- ¿Por qué dices eso?
- He oído al hombre que había en tu casa. ¿Quién era?
- Miki, eso a ti no te importa.
- Es Dani, ¿verdad?
- Pero que mas te da -dijo Anna subiendo el tono de voz- como si me acuesto con el papa de Roma.
- A mi no me levantes la voz -dijo Miki subiéndolo también- ¿Era Dani verdad? Sabía que mis celos, 'alocados' como tú decías eran ciertos. Seguro que mientras estabas conmigo estabas con él, y por eso me dejaste. Eres una zorra.
- No tengo porque aguantar esto -dijo Anna levándose- Que te jodan.

Anna ando unos pasos, pero no pudo seguir andando mucho más porque algo le había agarrado el brazo. Ese algo la giro bruscamente y vio la cara de Miki desfigurada por el cabreo que tenía encima. En vez de 'achantarse' como Miki pensaba, la cara de Anna seguía seria y se enfrento a él. Miki apretó más el brazo de Anna y levanto la otra mano, apunto de golpearla.

                                                                       ***

Nada más cerrar la puerta, Dani se despertó. Vio la nota que Anna le había dejado y sonrió. Era increíblemente perfecta. No se podía imaginar todo lo que estaba pasando. Lo llevaba en secreto, y no lo quería llevar más, quería gritarle a los cuatro vientos lo que todo el mundo sospechaba, y lo que ellos ya sabían. Aun que pensándolo bien, las cosas iban muy bien así. ¿Por qué deberían cambiar?
Sonrió y se levanto de la cama. Miró y vio que tenía una mini-cadena en la habitación. La encendió y comenzó a sonar el CD de TLJ, que Anna había dejado el día anterior.
Fue a por la mochila y se dio una ducha rápida. Se puso la ropa, y cuando salía del baño para ir a desayunar, recordó que tenía que levantar la persiana de la habitación.
Al subirla, vio que la casa de Anna daba a la terraza donde estaban desayunando Miki y Anna. Veía como ella movía nerviosa la pierna, y como poco a poco su cara iba cambiando. No quitaba ojo de la escena y vio como Anna se levantaba, y se marchaba. Y también vio la cara de Miki, y que iba detrás de ella.
Sin pensarlo dos veces, abrió la puerta y corrió escaleras abajo, para enfrentarse a el que se atrevía a tocar a 'su chica'

                                                                         ***

- Suéltame, o te juro que no volverás a verme en tu vida -dijo Anna, alzando la frente.
- Eso decías ayer, y mira como al final has acabado viniendo.
- Baja esa mano.
- ¿Tienes miedo de que te pegue?
- Eres un cobarde -rió Anna irónica- no matarías ni a una mosca.

Al oír esto, el cabreo aumento y el orgullo de Miki hizo que cogiera impulso con la mano que tenía levantada  para golpearla. Antes de que le diera tiempo, oyeron un grito. Miki alzó la vista y vio como Dani corría hacia ellos.

-¡Eh! -gritó Dani- ¡Como la toques un pelo, te reviento!
- Esperate que viene tu salvador -soltó Miki en una carcajada.
- Dani, vete -dijo Anna con tranquilidad- No va a hacer nada.
- Él no, pero yo a él si.

Y dicho esto, Dani apartó a Anna de Miki y le soltó un puñetazo en todo el ojo. Miki se quedó desconcertado. No sabía que hacer. Dani abrazó a Anna por los hombros y se la llevo de allí. Antes de que se fueran, Miki gritó algo y se acercó a ellos, con velocidad e ira.
- ¿Te crees que te vas a ir de rositas?
- ¿Qué dices? -gritó Dani, y se apartó de Anna.
- Dani, no le sigas el juego por favor -rogó Anna.
- ¿No quieres que pegue a tu chico? - se burló Miki.
- Mira, no quiero volver a pegarte, y no quiero discutir contigo. Pero te juro que como te vuelvas a acercar a Anna, lo que tienes en el ojo, no va a ser nada comparado a lo que te voy a hacer. Acepta que ella ya ha pasado página, y que no quiere tener nada contigo.
- ¿De qué vas? -preguntó Miki.
- ¿De qué vas tú? Casi la pegas. ¿Así es como luchas por ella? ¿Así es como quieres volver a tener contacto con ella? -la cara de Miki iba cambiando, puesto que ya se había dado cuenta de todo lo que había ocurrido.
- No la iba a pegar, no soy así.
- Es lo que has dado a entender. Miki, lárgate, y cuando te des cuenta de lo que has hecho vuelve - Miki reflexionó sobre las palabras de Dani, que había vuelto a abrazar a Anna, y se dio medía vuelta, avergonzado- Por cierto -se volvió a girar- entra en el bar y pide algo de hielo, se te esta hinchando el ojo.

Miki se dirigió al bar, mientras que Anna y Dani subían en silencio al piso. Ninguno de los dos se atrevió a decir palabra.. Pasaron dentro de la casa y Anna se sentó en el sofá, abrazándose las rodillas, pegándolas a su cuerpo. Dani fue a beber un vaso de agua.
Cuando llegó al salón, vio a Anna y vio que tenía la cara escondida sobre las rodillas.
- Cuqui, ¿qué te pasa? -Anna no contestaba. - ¿Anna estas bien? -Dani intentó sacar la cabeza de Anna de sus piernas, pero no lo consiguió. Lo intento durante bastante rato y no logró nada - ¿Estas llorando? Anna, no quiero que llores, no pasa nada -Dani la abrazó como pudo.
- Lo siento mucho, Dani -dijo por fin.
- ¿Tú, tú por qué? Tú no has hecho nada. Las cosas se le fue de las manos, ya esta. Fuiste muy valiente.
- Todo ha sido por mi culpa, si no hubiera quedado con él.
- Anna, ya no hay que echarse la culpa.
- Gracias -dijo levantando la cabeza de las piernas, dejando ver sus ojos azules, más azules todavía por las lagrimas que había derramado.
- ¿Gracias por qué?
- Por jugarte la cara por mi.
- Es lo mínimo que puedo hacer. Además -dijo sacando su sonrisa- la tengo asegurada.
- Mira que eres tonto -dijo Anna, sonriendo.
- Lo seré, pero he conseguido que sonrías.
- Siento que esta mañana no sea como te había prometido. Te quería dar unos buenos días decentes, y no estos.
- Bueno, unos buenos días decentes, me los podrás dar cuando quieras. Un despertar tan activo como este, espero que no lo repitamos en algún tiempo.

Los dos sonrieron. Anna miró a Dani, y este, con una mano, secó las lagrimas que le quedaban en la cara. Anna se acomodó y se abrazó a él, cerrando los ojos, y sonriendo. Dani la beso la frente con dulzura.
Ninguno de los dos se imaginaba un despertar tan apasionado, pero así era.
Miraron el reloj, las 12h30 y todavía seguían en casa, era hora de irse, cada uno por su camino al plato.
Un beso en los labios rápido, empezaba la jornada.

viernes, 13 de julio de 2012

Capítulo 15.

Al oír su nombre, el corazón de Anna un vuelco. Hacía casi 2 años que no le veía, y que sinceramente, no quería verle. Miki era su ex-novio, y la cosa no acabo exactamente bien. Era una persona muy dulce y cariñosa, pero era obsesivo y celoso.
- ¿Por qué tienes mi número? -preguntó Anna.
- No te lo puedo decir.
- Mi madre, ¿verdad?
- Sabes que sé como camelarmela, y bueno, fue sencillo.
- ¿Qué quieres, Miki?
- Uy, quiero muchas cosas, y algunas hasta tienen que ver contigo.
- Qué que quieres -dijo Anna con un tono borde, esta conversación estaba empezando a inquietarla.
- Hablar contigo, te echaba de menos -Otro vuelco al corazón de Anna.
- Me alegro -dijo duramente.
- ¿Tú a mi no?
- ¿Después de lo que me hicieste? No, creo que no.
- Venga Anna, ¿sigues enfadada? Te lo explique todo.
- El daño estaba hecho por muchas explicaciones que hubiera. Además, ya te lo había perdonado una vez, te lo recuerdo.
- Esa vez fue distinto y lo sabes.
- No me apetece remover la mierda, ¿quieres decirme algo más o te cuelgo?
- Si. Quiero verte.
- Y yo quiero viajar a la luna, y mira, aquí estoy, en Madrid.
- Por eso quiero verte, dentro de poco iré a Madrid.
- ¿Tú? ¿Para qué?
- Tranquila muñeca, no eres el centro del universo -Anna suspiro y Miki al oír el suspiro rió- tengo una audición para trabajar en una obra de teatro. Trata sobre una familia, y yo tengo que ser el hijo rebelde y tal ya sabes.
- ¿Y?
- Pues que aprovechando que estoy en Madrid, podría pasarme a verte, ¿no?
- No.
- Venga Anna, no te haré nada.
- Ya lo sé, pero es que no me apetece verte, mi vida va genial sin ti.
- Anna, por favor .. -al oír la suplica de Miki, Anna se enterneció.
- ¿Cuando vienes?
- Mañana a las 12 tengo la audición. Llego a las 9, podemos ir a desayunar si quieres.
- Sabes por la parte de Madrid que vivo, ¿no?
- Si.
- Pues quedamos a las 10h00 en el bar donde desayunábamos cuando venías.
- Perfecto. Mañana nos vemos.
- Vale

Los dos colgaron. Anna se quedo mirando el móvil, extrañada de lo que acababa de pasar. Su corazón no paraba de latir, estaba muy nerviosa. No entendía muy bien como había podido ceder al chantaje que le había hecho Miki, pero lo claro es que mañana habían quedado con él, y que no se iba a echar atrás.
Miro a sus compañeros, y vio clavada la mirada de Dani en la suya. Este sonrió, y ella le devolvió la sonrisa. 'Mierda' pensó 'No había pensado en Dani. ¿Le cuento que he quedado con mi ex? ¿No se lo cuento? ¿Qué cojones hago?'
Cogió el móvil de nuevo y se metió al whatsapp. Abrió la ventana de Dani y comenzó a hablarle.
- 'Dani, ¿vienes esta noche a cenar a mi casa?' - Dani oyó el móvil, lo cogió y leyó. Arrugó el entrecejo al ver quien se lo había mandado pero contesto.
- 'Claro cuqui, ¿qué haces ahí? ¿Por qué no vienes?'
- 'Tranquilo, ya voy, no me eches de menos'
- 'Mira que eres tonta'

Anna sonrió y guardo el móvil. Se lo contaría. Él y ella no tenían nada fijo todavía, y además, ella no pensaba hacer nada con Miki, le había hecho mucho daño y no quería saber nada de él.
La tarde paso entre risas, cotilleos y algún que otro cubata. Cristina estaba animada, hablaba con Mónica y Meri, incluso Anna estaba en esa conversación de vez en cuando. Se miraban entre ellas y se sonreían. Dani las miraba y no le gustaba nada lo que estaba pasando, pero tampoco iba a meterse en medio, ellas eran mayorcitas y sabían lo que hacían.
Las horas pasaban y llegó la hora de irse. Dani le mando un whatsapp a Anna : 'Vamos cada uno por nuestro lado, y voy a tu casa. Espérame abajo ¿vale?' Anna contestó afirmando su optativa. Dani se levantó.
- Señores, me retiro.
- ¿Ya? Martínez, estas acabado -dijo Raúl riendo.
- El espiritú de Anna Simon me esta absorviendo.
- Ya empezamos, deja en paz a la abuela -rió Meri.
- Anda Martínez, si es extremadamente temprano para ti.
- ¿Qué hora es? -preguntó Cris.
- Las 10h30, van a ser -dijo un compañero.
- Uy -dijeron Anna y Cris al unísono levantándose- es tardísimo.
- ¡Abuelos!

Tras una discursión entretenida, los tres salieron de la terraza en la que estaban sentados en dirección a su coche, menos Cristina.
- Cris, ¿Tú donde vas? -preguntó Anna.
- A la estación de autobuses, tengo el coche estropeado.
- No seas tonta, te llevo yo,
- No seas tonta, déjalo.
- Monta -dijo Anna señalándola a su coche, que estaba a dos pasos de ellos. 
- ¿No te importa? 
- Moooooonta -sonrió Anna.
- Bueno chicas, nos vemos mañana -dijo Dani.
- Hasta mañana -se despidieron las dos.


Anna seguía las instrucciones de Cris. La verdad que el cambio radical que habían pegado le gustaba, tanto a una como a la otra. Mantenían una conversación amena, sobre las bromas que se habían hecho en la terraza, sobre la ropa del programa o sobre las mascotas que tenían o les gustaría tener. 
Cuando llegaron, Cris le indico la forma más rápida de llegar hasta su casa, y se despidió agradecida. Anna siguió todas las indicaciones que Cris le había dicho, cantando tranquilamente. El móvil comenzó a sonar. En un semáforo en rojo miró de quien era la llamada, y era el número que la había llamado esa tarde; Miki. ¿Otra vez? No le llamaría. Eso le hizo pensar la verdadera razón por la que había invitado a Dani a cenar. 
Aparcó el coche, y al dirigirse a su portal, ahí estaba él, apoyado en la pared, mirando el móvil. Estaba perfecto. 
- Pareces un modelo -dijo Anna, sacándole de su ensoñamiento.
- Y tú otra, viniendo así hacia mi -rió Dani.


Entraron en el portal, y Dani la agarró por la cintura, dándola unos cuantos besos por el cuello. Anna sonreía y se quitaba, pero Dani insistía. Llegaron a su casa, y pasaron dentro. Mantenían una conversación divertida, con besos, abrazos y alguna caricia subida de tono. Había complicidad y eso se veía. Hicieron la cena entre los dos; Filete de pollo, patatas y una ensalada, algo sencillo. 
Una vez en la mesa, Anna comenzó a hablar.
- Dani, quiero decirte una cosa.
- ¿Vas a cortar conmigo y no hemos casi ni empezado? 
- No seas tonto -rió 
- Dime cuqui.
- Hoy hable con Miki.
- ¿Miki? ¿Cómo es posible que tenga tu número, si cuando paso eso cambiaste y todo?
- Mi madre, sabe como camelarsela ...
- Vaya, ¿ocurre algo?
- Viene a Madrid, y quería quedar conmigo.
- ¿Para qué?
- Para saber de mi, y no sé, quería verme.
- ¿Has aceptado? -dijo Dani, con temor.
- Si.
- ¿Te sigue gustando Anna? Porque si todavia sientes algo, no sé que hago yo aquí.
- Dani - Anna puso su mano sobre la de él- ¿quién esta en mi casa esta noche?
- Yo, pero eso no significa nada.
- ¿No significa nada estar aquí?
- Para mi si, ya lo sabes, pero no sé lo que sientes tú - Anna se levantó y fue al lado de Dani. Le cogió la cara y sin pensarlo dos veces, lo beso con dulzura.
- ¿Te queda claro lo qué siento?
- Me prometes una cosa -dijo Dani, como si fuera un niño.
- Dime.
- Que si pasa algo con Miki, me lo dirás.
- Dani, no va a pasar nada con Miki. Te lo juro. Sabes que me hizo mucho daño
- Lo sé.

Dani la cogió la cara con dulzura y la beso. Anna sonrió y le devolvió el beso. Los dos terminaron de cenar tranquilamente, sin volver a hablar del tema de Miki en toda la noche. Recogieron la cena, y Dani miró el reloj.
- Uy, ya son las 12h30, me voy a ir yendo.
- ¿Te vas ya? -dijo Anna tristemente.
- Si, ya es tarde.
- ¿Y si te quedas a dormir?
- Mañana has quedado a las 10 con Miki, no quiero molestar.
- No viene aquí, vamos a un bar.
- Ya bueno, pero te molesto a ti.
- ¿Hacemos una cosa? Te quedas a dormir, me voy con Miki y te dejo durmiendo, y antes de las 12 estoy aquí, despertándote.
- Cuqui, te conozco como si te hubiera parido.
- ¿Por?
- Sabía que ibas a pedir que me quedará a dormir, y que yo no podría decirte que no. Lo de Miki no lo sabía, pero bueno, es una cosa que me falla. Mira dentro de la mochila -Anna miró la mochila de Dani, y dentro de ella había un pijama y ropa limpia para el día siguiente.
- Gracias.
- ¿Por qué?
- Por dormir conmigo - Dani se echo a reír al oír eso de Anna.
- Gracias a ti por invitarme.

Anna le dio un beso. Se pusieron cómodos, y se tumbaron en el sofá a ver la televisión, dándose algún que otro arrumaco, riendo con los tweets que leían desde la cuenta de Dani, disfrutando de una de las pocas noches que estaban juntos. La noche acabo en una cama, sin ropa y con un beso de buenas noches después de haber pasado una de las noches más perfectas.
Y el día de mañana, ya se vería.


domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 14

La ropa estaba tirada en la habitación y Dani y Anna enredaban sus cuerpos en la cama. Los dos se besaban con pasión, y acariciaban sus cuerpos con dulzura. Se notaban las ganas que se tenían y el cariño que se tenían.
Dani se encontraba encima de Anna, y poco a poco y con dulzura, se introdujo en el cuerpo de Anna, siendo uno. Los dos sentían como si fuera la primera vez, la mágica, la especial. Los dos habían tenido ya esta experiencia, pero entre ellos nunca había pasado algo así. Anna y Dani se miraron a los ojos, y se sonrieron.
Los gemidos, las caricias y los besos estuvieron en esa habitación, hasta que por fin cesaron. Los dos, sudando, se volvieron a mirar a los ojos, y Dani, con la respiración entre cortada todavia, dio un dulce beso en la frente a Anna.
- ¿Te cuesta recuperar el aliento? -rió Anna.
- ¿Me lo dices tú? Rubia, si estas sudando -Anna se escondió entre los brazos de Dani, sonrojada y este se rió - Mira que eres tonta.
- Déjame, que yo por lo menos no tengo la respiración entre cortada.
- ¿Te digo cuando la tenías?
- ¡Cállate! - Dani rió y la cogió la cara con delicadeza
- Te quiero. 
- ¿De verdad?
- Nunca lo había dicho tan enserio. 
- ¿Sabes lo mejor? Que yo a ti también.


Se besaron con dulzura y comenzaron a hablar en la cama, con los cuerpos desnudos, sin ninguna vergüenza.

***

Habían pasado ya tres semanas de todos los acontecimientos. Anna ya había vuelto al trabajo, y habían sido unas de las mejores semanas desde que comenzó el programa. Dani y ella estaban genial, con Flo como siempre, y con Raúl, había aclarado todas las cosas y estaban mejor que nunca. Con la única que tenía problemas era con Cristina, que desde que había vuelto, solo había hablado con ella para cosas del trabajo, y de manera muy cortante. 
Al finalizar el programa, habían quedado todos para ir a tomar algo, así que Anna se dirigió a su camerino para cambiarse y ponerse cómoda. Al entrar, y para su sorpresa, se encontró dentro de él a Cristina.
- ¿Cris? ¿Qué haces aquí?
- ¿Podemos hablar? 
- Si claro - Anna pasó, cerrando la puerta, y se sentó en el sofá, al lado de Cris - Dime.
- Vengo a pedirte perdón por esa llamada que te hice hace como unas tres semanas. Me pillaste en un momento de bajón, y tú fuiste mi válvula de escape. Desde que me dejo Dani, que supongo que lo sabrás todo, he tenido problemas.
- ¿Problemas?
- Estoy yendo al psicólogo. 
- ¿Estas ya bien?
- Si, la verdad es que todo va a mejor. Me cuesta verle, pero claro, el trabajo es el trabajo...
- Y tú eres una profesional -le interrumpió Anna con una sonrisa.
- Lo siento -dijo Cris con los ojos llorosos. 
- Cris -Anna puso sus manos en las piernas de Cris - no me tienes que pedir perdón. Yo en tu lugar, seguramente hubiera hecho lo mismo. 
- Anna, yo no soy así, te lo juro. Soy una chica muy normal, y si me hubieras pillado en otra situación, me alegraría de que tú estuvieras con Dani.
- Cris -dijo Anna- Dani y yo no estamos juntos -en realidad Anna no la mentía, ya que no habían quedado como pareja estable, y delante de la gente, decidieron no decir nada de lo suyo.
- Anna, notó como te mira, y como le miras tú
- Somos grandes amigos.
- Ya -rió tristemente- eso decía yo. Te prometo, que cuando este mejor psicologicamente, me alegraré por vosotros.
- ¿Y qué es de ti ahora?
- La verdad que a parte de eso, estoy muy bien. Mi familia me apoya, y el chico con .. lo que paso eso, estoy genial, me esta ayudando mucho.
- Sé que no somos muy buenas amigas, pero tampoco quiero verte mal, así que .. si necesitas apoyo aquí en el trabajo, estoy aquí, ¿vale?
- Muchas gracias - Y se abrazaron, sin saber muy bien porque, pero las dos querían hacerlo.

En el momento en el que se estaban abrazando, Dani entró por la puerta del camerino y miró la escena. 
- Perdón, venía a ver que te pasaba porque estabas tardando mucho. 
- La he entretenido yo -dijo Cris levantándose del sofá- lo siento. ¿Vais a ir a tomar algo?
- Si -contesto Anna - me cambio y voy. 
- Vale, pues nos vemos luego. Adios y gracias Anna -dijo Cris saliendo por la puerta.

Cuando salió, Anna comenzó a cambiarse y Dani se sentó en el sofá, esperando una explicación. Al ver que no se la daba, acabo preguntando. 
- ¿Me lo vas a explicar o tengo que sacar mis propias conclusiones?
- Ha venido a pedirme perdón por la llamada de hace tres semanas.
- ¿Cual? 
- ¿Te la recuerdo? -rió Anna- o mejor .. ¿Te recuerdo lo que paso poco después? 
- Ya recuerdo -sonrió Dani. 
- Venga vamonos, que ya estoy. 
- Estas preciosa -dijo Dani, levantándose del sofá y acercándose a ella, agarrándola de la cadera. 
- Dani -rió Anna- para, estamos en el plato.
- Dame un beso y te dejo.
- No, quita -bromeaba Anna.
- Venga uno.
- Sabes que los besos no se piden, se rob... 

Antes de que Anna pudiera terminar la frase, los labios de Dani se posaron en los suyos, y salió una sonrisa. Rápidamente se separaron, y se volvieron a convertir en eso compañeros de trabajo, que tienen una amistad especial. 
- Menos mal, ya era hora. Mira que eres lenta Annita -gritó Meri.
- Es que me llamo mi mama, y no podía hablar y cambiarme a la vez -contexto.
- Oh, que la ha llamado su mami -dijo David.
- Pues tenías aquí a tu papi abandonao' -dijo Flo, abrazándola por los hombros.
- ¿Y tú donde habías ido? -le preguntó Raúl a Dani.
- Yo, he ido a ver que hacia, para avisarla de que se diera prisa, y recordé que había dejado olvidada la cartera en el camerino. 
- Vaya cabeza Martinez -rió Berni. 
- Venga, dejaros de tonterias y vamonos que nos cierran el bar -dijo la Kikada. 

Se dirigieron hacia el bar de siempre, donde solían tomarse algo después del programa. Se acercaron un par de fans, y el equipo saludo y se hizo un par de fotos. De repente, Anna se apartó un poco de todo el mogollón, pues el móvil comenzó a sonar.
Miró la pantalla y vio un número desconocido.
- ¿Si?
- Hola Anna, soy yo, Miki ...